10 de junio de 2011

Vuelve.

En un día de estos en que suelo pensar, hoy va a ser el día menos pensado. Nos hemos cruzado, has decidido mirar, a los ojitos azules que ahora van a tu lado. Desde el momento en el que te conocí, resumiendo con prisas, tiempo de silencio, te juro que a nadie le he vuelto a decir que tenemos el récord del mundo en querernos.
Escapando una noche de un bostezo de sol, me pediste que te diera un beso. Con lo baratos que salen mi amor, ¿Qué te cuesta callarme con uno de esos? Pasaron seis meses y me dijiste adiós, un placer coincidir en esta vida. Allí me quedé, en una mano el corazón, y en la otra excusas que ni tú entendías.
Por eso esperaba con la carita empapada a que llegaras con rosas, con mil rosas para mí. Porque ya sabes que me encantan esas cosas que no importa si es muy tonto, soy así. Y aún me imaginando que vuelves a pasarte por aquí, donde los viernes cada tarde, como siempre, la esperanza dice quieta, hoy quizás sí. Y es que empiezo a pensar, que el amor verdadero es tan sólo el primero. Y es que empiezo a sospechar, que los demás son sólo para olvidar.

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